Los principales desafíos son la pérdida de tierras por proyectos mineros o agrícolas, discriminación sistemática y falta de acceso a servicios básicos como salud y educación. Según informes, el 47% de indígenas viven en pobreza extrema. Además, sufren amenazas a sus idiomas y tradiciones. El 9 de agosto sirve para visibilizar estas injusticias y exigir acciones concretas de gobiernos y organismos internacionales.

Es crucial porque destaca las luchas y logros de las comunidades indígenas, enfatizando su papel como guardianes de la biodiversidad y conocimientos ancestrales. Según datos de la ONU, hay más de 476 millones de indígenas que enfrentan discriminación y pérdida de tierras. El día ayuda a impulsar políticas de inclusión y sostenibilidad, apoyando metas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible.