Las protestas han generado atención global mediante cobertura mediática internacional, influyendo en debates sobre derechos humanos en la UE y alianzas con grupos como CitizenGO en Europa. Sin embargo, el gobierno de Sánchez contraataca con diplomacia para preservar la imagen de España ante organismos como la ONU, destacando avances sociales.

Las protestas clave incluyen manifestaciones callejeras como la "Marcha por la Libertad" contra la Ley del Aborto y campañas digitales como StopSanchez, que denuncian políticas sobre educación sexual en colegios. Estas acciones buscan movilizar masas utilizando estrategias virales para ampliar su impacto político y desafiar al ejecutivo de Sánchez.

Protestas masivas ocurrieron entre 2014-2019, pero han disminuido por represión estatal y fragmentación opositora. Manifestaciones locales persisten por servicios públicos y salarios.